En los vastos paisajes del sur de África se esconde el felino más letal del mundo. No se trata de un león ni de un leopardo, sino de un minino apenas conocido fuera de su tierra natal, pero temido por su eficacia como cazador.
Se trata del gato de patas negras ('Felis nigripes'), considerado el más pequeño del continente africano, con una longitud de entre 36 y 52 centímetros. Su tamaño hace parecer grandes a la mayoría de los gatos domésticos. Este animal, que pesa entre uno y tres kilogramos, tiene un rostro redondeado y encantador, acompañado de un pelaje marrón con manchas oscuras.
Conociendo al mortífero felino
A pesar de su aspecto adorable, el gato de patas negras es una verdadera "maquina de matar". Luke Hunter, director de conservación de la organización Panthera, indica que, en una sola noche, este minino puede cazar entre 10 y 14 roedores o aves pequeñas, con un promedio de una presa cada 50 minutos.

En cambio, un leopardo puede tardar hasta seis meses en capturar una cantidad equivalente de presas. Hunter comenta que la tasa de éxito del 60 % de este pequeño animal triplica a la del león, que solo acierta entre el 20 y el 25 % de sus intentos de caza. "Si eres una gacela o un ñu, un gato de patas negras no es nada mortal", señaló, recalcando que sus "tasas de éxito lo convierten en el felino más mortífero de la Tierra".
Los pequeños depredadores, como el gato de patas negras, poseen un metabolismo extremadamente rápido que los obliga a mantenerse siempre alimentados. "Por eso están cazando constantemente", explica Hunter.
La táctica lo es todo
El secreto de su éxito para atrapar a sus presas está en sus estrategias. Hunter menciona que el gato de patas negras utiliza tres técnicas: la caza rápida, recorriendo grandes distancias a toda velocidad; la caza sigilosa, avanzando cerca del suelo sin ser detectado; y la caza fija, esperando pacientemente frente a una madriguera.
A estas tácticas se suman sus adaptaciones sensoriales. El gato de patas negras posee una visión nocturna excepcional y un excelente oído, lo que le permite detectar el más mínimo movimiento en la oscuridad. Además, puede recorrer hasta 32 kilómetros en una sola noche en busca de alimento, superando a cualquier otro felino pequeño.

Tratando de preservarlo
Considerado una especie vulnerable, el gato de patas negras está registrado en el libro genealógico internacional de la Asociación Mundial de Zoos y Acuarios, y varios zoológicos, como el de Wuppertal (Alemania), mantienen programas activos de cría. Organizaciones especializadas, como el Grupo de Especialistas en Gatos, trabajan para protegerlo.
Los conservacionistas utilizan rastreo, observaciones de campo y cámaras trampa para estudiar su comportamiento y su hábitat natural. "Si no conservamos activamente estas especies, si no trabajamos para reducir estas amenazas, podríamos perder algunos de estos animales", advierte Hunter.
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